lunes, 10 de septiembre de 2007


* Permalink

Las líneas de corales del océano Pacífico están desapareciendo a una mayor velocidad de lo que se estimaba. Así lo han constatado investigadores de la Universidad de Carolina del Norte, que calculan que sólo quedan la mitad de los que había hace unas décadas.

El equipo investigador ha cotejado las bases de datos de unos 6.000 estudios realizados entre 1968 y 2004 en más de 2.600 arrecifes de coral y han concluido que cada año desaparecen un promedio de 1.554 kilómetros de extensión coralina, lo que supone una tasa del 1% anual, el doble de tasa de desaparición que en las selvas tropicales. La velocidad con la que desaparecen los corales de los arrecifes indo-pacíficos es especialmente preocupante, ya que en esta zona se concentran el 75% de los existentes en el mundo.

El principal sospechoso de las causas de desaparición del coral no es otro que el afamado cambio climático. Esta conclusión se extrae del hecho de que la tasa de desaparición extraída por los investigadores afecta tanto a los arrecifes protegidos como los que no son objeto de especial protección, hecho que descarta la intervención humana como principal artífice.

Miles de peruanos que viven en las zonas rurales afectadas por el devastador terremoto de la semana pasada necesitan urgentemente todo tipo de ayuda. Lo dice Oxfam Internacional tras finalizar su misión de evaluación de las necesidades más urgentes. Esta ONG proporcionará ayuda humanitaria, incluida agua potable, refugio e instalaciones sanitarias, a unas 2.000 familias de estas áreas.

"Nuestro equipo de evaluación ha llegado tan lejos como ha podido por carretera, hasta que encontramos que estaba completamente bloqueada porque un cerro se ha derrumbado sobre ella. Vimos a gente caminando en busca de comida y vimos también personas tratando de llegar a las comunidades de las zonas altas andinas, porque no tenían noticias de lo que había pasado con sus familias", explica Sergio Álvarez, responsable humanitario de Oxfam Internacional en Perú.

"Las áreas urbanas afectadas por el terremoto están siendo mejor atendidas, pero las zonas rurales y las zonas periféricas de la ciudad de Pisco han recibido muy poca atención hasta el momento. Esas zonas más remotas también se han visto gravemente afectadas", añade Álvarez.